(Alejandro Fernández Barrajón– Presidente de CONFER)
“La hermana Presentación se ha convertido en un icono, en un paradigma de esa vida consagrada encarnada que anhelamos. Su búsqueda incansable de Dios se ve acompañada de muchos nombres; su espiritualidad es, sin duda alguna, encarnada”
La vida consagrada en estos tiempos está de búsqueda y se mueve por periferias y fronteras.No puede entenderse hoy la vida consagrada sin acudir a la itinerancia. En estos días, esta búsqueda de la vida consagrada tiene un nombre: Presentación López Vivar. Esta religiosa del instituto de San José de Gerona, misionera en el Congo, ha perdido sus piernas al verse envuelta por la guerrilla que en estos días amenaza a este país.
La hermana Presentación se ha convertido en un icono, en un paradigma de esa vida consagrada encarnada que anhelamos. Su búsqueda incansable de Dios se ve acompañada de muchos nombres; su espiritualidad es, sin duda alguna, encarnada. En este espejo quiere mirarse hoy la vida consagrada para alcanzar el objetivo que se propone. Una vida consagrada que se ve sorprendida en medio del servicio a los pobres por la sinrazón de la violencia y de la guerra. “Me puse en manos de Dios -ha declarado-, y una vez más no me ha fallado”
La hermana Presentación es de Burgos y, además, lleva el mismo apellido que el Cid. Éste, luchador por la libertad de Castilla; aquélla, luchadora pacífica por la libertad de esa otra tierra que son los pobres en el Congo. Luchadores por la libertad.
En esta carrera que es la vida, como decía san Pablo, la hermana Presentación va delante de todos los consagrados con sus pies mutilados. La mirada de los hombres no es como la mirada de Dios. Su entrega generosa y valiente como consagrada está empezando a dar fruto como una semilla enterrada dispuesta a dar vida. Ésta es la vida consagrada que no se anda por las ramas, sino que sabe estar en medio del fragor de la batalla para aportar consuelo y esperanza a esta vieja humanidad.
En el nº 2.638 de Vida Nueva.