Vida y muerte de un creyente

José Ignacio López(José I. López- Periodista argentino del diario La Nación)

“[Raúl Alfonsín] murió como vivió, como un creyente. Que murió en paz, abrazado a los valores evangélicos que su madre, doña Ana María Foulkes, inculcó en su corazón. ‘La conciencia de espiritualidad y trascendencia, como de confianza en Dios…'”

Un cuarto de siglo atrás, aquel inolvidable octubre de 1983, la Argentina, mi país, recuperaba la democracia. Raúl Alfonsín llevaba meses de prédica recitando el Preámbulo de la Constitución, y a mí, periodista, me esperaba una gran sorpresa: a pocos días de resultar electo, el presidente me invitó a acompañarlo como portavoz de su gobierno.

Hace sólo un mes, en la última noche de marzo, quise recuperar aquella condición de vocero del presidente Alfonsín porque creí que era el mejor modo de despedir al amigo -amistad construida en aquellos seis años del principio de la transición-, y a la vez despedirme de esa función que me honró y me enorgullece.

Si había comunicado sus criterios y decisiones, si me había confiado sus silencios y sus dudas, quise también dar testimonio de su muerte. Y decir que murió como vivió, como un creyente. Que murió en paz, abrazado a los valores evangélicos que su madre, doña Ana María Foulkes, inculcó en su corazón. “La conciencia de espiritualidad y trascendencia, como de confianza en Dios, fueron algunas de las ideas que acompañaron a Raúl en los últimos tiempos”, testimonió en la misa exequial el arzobispo de Santa Fe, José Mª Arancedo, primo del ex presidente. Esa dimensión espiritual no se opone a una sana laicidad que valora y reclama la autonomía de las realidades temporales y humanas. Al contrario, “es garantía y salvaguarda de lo humano”.

El cortejo multitudinario y conmovedor que le despidió fue la respuesta acorde a su legado: su conducta honrada, su forma de hacer política. Mi lectura no es solitaria. Días antes de su muerte, un monje que lo había frecuentado me dijo: si desde el punto de vista del Evangelio tuviera que elegir entre ciertas jerarquías de la Iglesia y Alfonsín, elegiría al ex presidente.

jilopez@vidanueva.es

En el nº 2.658 de Vida Nueva.

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