JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Y la última clave es la que supone la profunda limpieza en la Iglesia. Ha llegado a hablar de “jabalíes”, de “viña devastada”, de “asalariados que no son pastores”. Escándalos no han faltado, ni su firme voluntad por buscar la verdad y limpiar las cloacas.
Se va cansado de tanta traición y diciendo que quien realmente mina a la Iglesia no es el laicismo beligerante, sino la suciedad del corazón. Valiente apuesta. Renovar la Iglesia por dentro y poner pistas para ello ha sido el gran servicio de este “pastor entre lobos”.
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- LA CRÓNICA DEL DIRECTOR: Cuidando la viña del Señor, por Juan Rubio
En el nº 2.838 de Vida Nueva.