¡Y dicen que no hay mujeres!

Lsanchez 22(Mª Leticia Sánchez Hernández– Doctora en Historia y licenciada en Teología)

“Su pintura transmite la presencia de Dios a través de estas mujeres tan actuales. Dios no es algo tan difícil de atisbar; hay que verlo en lo cotidiano de la vida”

La cisterciense Isabel Guerra es la pintora española contemporánea con más proyección internacional. Su profesión religiosa no le ha impedido seguir desempeñando su vocación de artista, al contrario: afirma que la paz, el silencio, la oración contemplativa, la belleza y el contacto con el mundo, facilitan el espacio para un creador. El monasterio no es evasión, sino enraizamiento profundo en el mundo (lo contrario es pervertir la vida religiosa). Algunos podrían pensar que siendo monja su obra es exclusivamente religiosa. En absoluto. Isabel pinta casi exclusivamente mujeres con un estilo hiperrealista.

No inventa lo que representa: lo toma de la realidad que le rodea. Y esta realidad está llena de mujeres corrientes que trabajan, tienen hijos, sacan adelante su mundo interior, y reivindican un puesto en la sociedad y en la Iglesia: ellas son las que retrata Isabel, y siempre son modelos reales. Su pintura transmite la presencia de Dios a través de estas mujeres tan actuales. Dios no es algo tan difícil de atisbar; hay que verlo en lo cotidiano de la vida, por ejemplo, en mujeres anodinas que no hacen nada espectacular en su existencia.

Isabel Guerra tiene algunos cuadros “religiosos”. El último se titula: Y el almendro floreció: la muerte de Santa Teresa en brazos de la Beata Ana de San Bartolomé. La escena representa la visión que tuvo Ana de la Gloria. No fue algo espectacular, sino que, en el momento de la muerte de Teresa, el almendro de la ventana floreció, invadiendo con su aroma el convento. Isabel ha querido que un almendro florecido abrace a las dos mujeres y se convierta en el símbolo de la muerte como florecimiento de la vida. Teresa es Belén Yuste (médica), y Ana es Sonnia Rivas-Caballero (mezzosoprano).

¡Y dicen que no hay mujeres!

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