(Leopoldo Riega Díez– León) Señor Director: En la página 5 del nº 2.657 de su revista, leo entre sus palabras sobre la COPE: “Los obispos (…) han escuchado soliviantados cada mañana su radio con un estilo soez. (…) que olvida que una verdad sin caridad deja de ser verdad”. Siento no estar de acuerdo con su última afirmación: la verdad sin caridad dejará de ser cristiana, pero no de ser verdad. Eso sí, nos introduce en el nudo de la cuestión. El problema para la COPE no es la verdad que la actual ‘Mañana’ defiende, sino el estilo ‘soez’ de quien la dirige. Pues bien, yo creo que para el 90% de los enemigos de la actual Cadena, y son muchos y poderosos entre los medios informativos y políticos, el problema es la verdad que la actual ‘Mañana’ defiende. La forma es sólo la magnífica disculpa para un ataque perpetuo e inmisericorde, para arrancar la gruesa raíz del rábano de la actual COPE, tirando de sus hojas más madrugadoras.
Por otra parte, en la página 42 del mismo número, el P. Alcover dice, entre otras cosas: “Quienes hasta hoy mismo apoyaron al personaje en cuestión tienen que estar muy molestos por la decisión tomada, que afecta a sus intereses de forma directa y relevante. Nos referimos al sector más intransigente de la Iglesia católica y al correspondiente sector del PP, sobre todo en Madrid”.
Yo, que por lo dicho se ve que sí me he sentido molesto, como oyente hasta las diez que concuerda en la mayor parte de sus contenidos y considera sus formas como temperamentalmente inevitables para la lucha que ha librado y sigue librando, no veo en qué negativos intereses me afecta como católico seglar que vive su iglesia desde dentro, que se alegra cada día con las ventanas abiertas del concilio, que goza viendo avanzar la interpretación de la palabra humana con la que Dios nos ha hablado en la Escritura y que sufre tantas veces al contemplar la lentitud con que avanza la interpretación de ese otro libro sagrado de la Naturaleza de donde brotan las buenas y malas costumbres.
Eso sí, si el PP va por sectores, no simpatizo demasiado con el PP de “la realidad nacional andaluza”. Me gusta la Historia y no conozco ninguna realidad nacional andaluza más que la islámica del siglo VIII al XIII o hasta el XV en la parte sur-oriental. Blas Infante fue coherente con esto y se convirtió al Islam. Pero, ¿es éste el sentir de la abrumadora mayoría de los andaluces a los que sus representantes políticos les han impuesto el supositorio del Nuevo Estatuto? Bin Laden sí lo firmaría. Y anoche soñé que Roma pedía perdón al Islam por haber favorecido la cruel guerra de La Reconquista de los bárbaros reinos hispánicos contra Al-Andalus y se reconciliaba con Zapatero.
Lo que está en juego -sigue diciendo Norberto– es imponer una forma de presencia católica dominante en la sociedad. No van por ahí los aires romanos”. Y este acto de libertad de gestión de la propia empresa, perfectamente lícito, ¿no tendrá nada que ver con presiones del nacionalismo eclesiástico periférico? “Esto nos lleva a preguntarnos si la posibilidad de que Losantos permanezca en la franja nocturna de la COPE sería una medida oportuna o si acabaría por crear un enésimo problema”. Mi opinión es que parece que se le ofrece esa posibilidad para que no la acepte. Soy un oyente de César Vidal en ‘La Linterna’, cuando no tengo que apagar la radio porque las dos frecuencias las ocupa el deporte. Preparar con mimo un programa para que tantas veces en tantos sitios el dios fútbol te silencie exige una paciencia verdaderamente evangélica.
Mis mejores deseos de que Alfonso Coronel de Palma acierte por el bien de la COPE y su misión. La opinión de los eclesiásticos seguirá estando dividida, pero tendrá el aplauso muy mayoritario de los líderes políticos si logra silenciar esa voz discordante.
En el nº 2.659 de Vida Nueva.
