Jamundí, sur del Valle del Cauca y cerca de la ciudad de Cali, sufrió dos ataques terroristas la mañana de este 12 de junio a manos de las disidencias de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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Una motobomba estalló cerca al parque principal y en frente de dos bancos, dejando seis personas heridas, entre estos, cuatro civiles y dos policías, mientras que guerrilleros al suroccidente de este mismo municipio atacaron la subestación de Policía del corregimiento de Potrerito.
Luis Fernando Rodríguez, arzobispo de Cali, repudió los hechos y aseguró en entrevista con Noticias Caracol que “el Estado tiene que reconocer que [el problema de orden público] se le salió de sus manos”.
Por ende, junto con la sociedad civil “debe dar respuesta muy pronto a esta situación de barbarie que nos atraviesa. Se puede sentir una ausencia y en todas partes lo reclamamos”.
Estado dentro del Estado
Sobre las mesas de diálogo que el Gobierno ha establecido con las disidencias de la guerrilla, el prelado considera que estas no han funcionado: “Por lo menos en las sanciones fácticas vemos que no hay unos resultados contundentes y claros que yo creo que son compromisos de parte y parte”.
Echando mano del magisterio del Papa, señaló que la construcción de la paz “es una ardua tarea, irrenunciable, con los caminos empinados” hasta a veces con soluciones que “no son obvias”.
Denunció que en muchos sectores – en especial los rurales – “la gente está carnetizada por grupos criminales”. Para entrar en estos territorios deben contar con esos salvoconductos y eso significa que “hay un Estado dentro de un Estado” con estos controles ilegales, que imponen los grupos armados.
Rodríguez lamenta que la gente haya perdido la normalidad en medio de esta situación de zozobra y miedo, por lo que ha pedido al gobierno “actúe pronto” para que estos grupos terroristas dejen de actuar en completa impunidad.
Foto: Alcaldía de Cali
