Autores

Ángel Becerril

manos de mujer anciana en la cama con una enfermera que le pone una medicación

La señora Lían, la dama de acero

“Yo creo en Jesucristo –les decía ella a los médicos– y le rezo; está conmigo y me da aliento cuando agarro este crucifijo, en el que Él estuvo más magullado que yo”