"Entre las ceremonias de las JMJ, los Vía Crucis no han sido siempre las más conseguidas. En Rio, la estética de las imágenes fue particularmente ridícula y, en Cracovia, tampoco se acertó. En Panamá, por el contrario, el acierto ha sido total convirtiendo el camino seguido por Jesús hasta el Calvario en los sufrimientos de la humanidad y de la Iglesia latinoamericana".