El francés ha sido uno de los más expertos, hábiles y eficaces actores de la diplomacia vaticana, condición que también ha empleado en el diálogo ecuménico. Por si todo esto fuera poco, tuvo el honor de anunciar al mundo, el 13 de marzo de 2013, la elección del papa Francisco, quien, en junio de 2014, le hizo camarlengo de la Santa Iglesia Romana, un cargo que hasta la muerte se ha encargado de ejercer.