Por tantas y tan buenas razones, el papa Francisco es admirable y ejemplar testigo del amor a los pobres, de misionero incansable en favor de la paz, de custodio de la creación, como él mismo lo anunciara …
"El buen discípulo de Cristo lleva la cruz sobre sus hombros y el amor de su Señor en el corazón. La cruz no es muerte, sino esperanza. La penitencia no es dolor, sino arrepentimiento y confianza en el perdón".
“El nuncio es hombre de Dios que obedece sus mandamientos con alegría, justicia y misericordia. Sabe muy bien que representa a la Iglesia y, de una forma especial, al Papa. Apóstol, pues anuncia el Evangelio allí donde se encuentre”