"El tiempo litúrgico de Adviento nos identifica desde lo visto y oído hacia lo futuro, nos impregna de esperanza y ella nos plenifica en una vida creyente y alegre".
"Hablar de santidad es profundo y por momentos nos deja sin palabras, no porque no se pueda pronunciar nada, sino porque el Misterio que se revela y el eco de su voz nos lleva a la escucha y contemplación".
"Con la iteración de Francisco, recordamos que todos en la Iglesia somos ministros por el Bautismo. Por lo tanto, todos y cada uno de quienes la integramos somos ministros en diversos grados y responsabilidades"
"Esta acción es para pasar por el corazón que la adhesión cristiana cree, celebra y anuncia que la Trinidad se revela para dar a conocer el misterio de su amor..."
"Nuestra misión y vocación se orienta a que los demás vivan gozosos la experiencia redentora de la Pascua y, desde allí, puedan encontrar orientaciones para continuar dándole sentido a la existencia".