En su visita a la catedral de Riga, Francisco lamenta que el “supuesto tren de la libertad” ponga en el “furgón de cola” a quienes “lucharon por conquistar derechos”
Le pide a quienes mantuvieron la fe pese a la represión soviética que “defiendan esas raíces para que los niños y jóvenes se injerten allí”
El Papa pone como ejemplo a Sigitas Tamkevicius, arzobispo emérito de Kaunas, que fue arrestado por la KGB y deportado a Siberia
“La violencia ejercida sobre vosotros por defender la libertad civil y religiosa, la cárcel y la deportación no pudieron vencer vuestra fe”, asegura en su encuentro con los consagrados lituanos