El camino de la fe de la primera comunidad no fue sencillo, pero en el centro, como fuente y culmen, está la Eucaristía, el Amor mayor. Es obligado, por ello, que discernamos si es el deseo de Dios lo que centra y orienta nuestra existencia. Es preciso preguntarnos en primera persona del singular: ¿te busco a ti, mi Dios, como la esposa del Cantar de los Cantares?, ¿es necesidad vital acercarme al sagrario y adorarte a ti que me has amado primero?