Durante su homilía en la eucaristía de esta tarde, el Papa ha señalado que María enseña “a estar ahí donde tenemos que estar”
La Virgen “caminó al Tepeyac para acompañar a Juan Diego y sigue caminando el continente cuando por medio de una estampita, vela o de una medalla entra en una casa, en una celda o en un hospital”
El Papa ha señalado que el creyente “es aquel que, al hacerse cercano al hermano, como Juan el Bautista, abre caminos en el desierto”
“Los discípulos de Jesús estamos llamados a ser sus testigos para reencender la esperanza, para hacer comprender que el reino de Dios sigue siendo construido con la fuerza del Espíritu”