"Todos mienten a las jóvenes que tienen que cruzar el umbral del convento. La familia miente cuando les promete que vivirán en un lugar donde todo es ligereza y donde serán libres de la obligación de trabajar y cumplir con los deberes de esposa o madre. En el convento, les dicen, habrá abundante comida y habitaciones en las que descansar. Pero, sobre todo, a las jóvenes forzadas a ser monjas se les dice que podrán disfrutar de la máxima libertad".