Autores

Enrique Lluc

Enrique Lluch Frechina

Acaparar el poder

Nos encontramos en unas sociedades democráticas en la que se ha instaurado la separación de poderes. Este es un sistema que, como cualquier otro, no es perfecto, pero que tiene una serie de cualidades que lo

Escrache a Pablo Iglesias en Galapagar

El uso de la violencia

“Como cristianos que creen en un mundo de paz y armonía en el que reine ese Dios en el que creemos que es todobondadoso, no podemos pensar que el reinado de Dios es un lugar en el que la violencia se utiliza para poner a unas personas en contra de las otras”.

Descalificar al otro

“Jesús nunca rechazó conversar con nadie. Habló con romanos que les oprimían, con los fariseos cuyas actitudes religiosas criticaba de manera justificada, con pecadores, con recaudadores de impuestos, con Judas que lo entregó a los romanos, con ricos a los que recomendó vender sus posesiones, con quienes apedreaban a la adúltera, etc…”.
Manifestación Diada Cataluña

Los extremistas no creen en la igual dignidad de las personas

“Esta desigualdad en la que se basan todos los extremismos de derechas y de izquierdas, está muy lejos de la igualdad antropológica que anuncia nuestra fe, de la conciencia de que todos somos hijos de Dios con la misma dignidad”.

Actuaciones y actitudes

“La estrategia no debe centrarse tanto en abominar del partido extremista, de la ideología extremista, de los grupos que la defienden, como de condenar las actitudes que son negativas y perjudiciales para la sociedad y las personas”.

Los extremos también son complejos

“Se caracteriza a alguien como de derechas o de izquierdas y, a partir de ahí, se le descalifica a él y a todo lo que pueda decir o hacer si está en la acera incorrecta”.

Extremismos políticos

“El extremismo político también ve la vida así, como un juego de buenos y malos. Esto da seguridad al extremista porque le permite tener claro en qué creer y contra qué y quienes tiene que luchar”.

¿Crecimiento o decrecimiento? Falso dilema

Parece claro, por los motivos que he expuesto durante las cuatro anteriores semanas, que poner el crecimiento económico como principal objetivo de nuestras sociedades es una propuesta que, no solo no cumple

La leyenda del ajedrez

La semana pasada veíamos que aunque el crecimiento puede ser (y es) bueno, en determinados momentos de la vida o la historia, también se puede parar para disfrutar de lo que se tiene y conservarlo y

Salón inmobiliario de Madrid

Crecimiento elevado

La evolución de la pobreza y las desigualdades mundiales de las que hablé la dos semanas anteriores, se dan en un contexto de crecimiento económico elevado. Para contextualizarlo creo que es conveniente