"Una vida plena es una vida satisfecha, que sabe aceptar lo que le viene, que sabe responder a los desafíos que le plantea el día a día de una manera adecuada, una vida que no está parada, que evoluciona, que mejora poco a poco, que no para de aprender y que está abierta a la sorpresa, a lo que puede venir, una vida agradecida, consciente de que lo vivido es un regalo de Dios… "