"Hay una realidad: somos generadores de contaminación y somos también quien puede detenerla con cambios muy concretos en nuestro actuar individual y colectivo. Recuerdo en mi infancia haber aprendido una oración dedicada a la Patria... como un ejercicio de autoconciencia de mi pertenencia y compromiso con una casa común, bien se puede llamar Patria, Tierra, Ciudad, Megalópolis"