Vivimos una época marcada por conflictos y guerras que parecen no tener fin. Los titulares de los medios de comunicación nos recuerdan a diario la fragilidad de la paz y la necesidad urgente de transformación, de cambio de mentalidad y de estilo de vida. En este contexto, la Cuaresma que arranca el día 14, Miércoles de Ceniza, nos ofrece una oportunidad inmejorable para reflexionar sobre nuestro papel en la construcción de la paz y la promoción de la justicia en un mundo tan necesitado de amor y reconciliación