"El cardenal Antonio Quarracino, siendo arzobispo de Buenos Aires, valoró negativamente a san Óscar Romero cuando fue enviado por san Juan Pablo II como visitador pontificio a la Archidiócesis de San Salvador; sin embargo, fue él mismo quien promovió a Jorge Mario Bergoglio como obispo, el cual se convierte posteriormente en el papa Francisco. Y será un discípulo de Quarracino (Bergoglio) el que termina canonizando a Romero"