"Después del descanso y los excesos de comida y gastos propios de la Navidad, reiniciar las rutinas y empeñarse con los propósitos del nuevo año se puede hacer tan costoso como el camino de regreso a mi casa"

"En estos primeros días de enero cada uno de nosotros estará inaugurando un nuevo cuaderno de 365 páginas. Algunas de ellas serán memorables. Otras estarán llenas de tachones. Sea como fuera, todas esas páginas estarán atravesadas por ese empeño divino de acercarse a nosotros y sacar a la luz nuestra mejor versión"

"El centro de nuestros festejos es un bebé al que confesamos como Salvador. Si lo pensamos en frío, afirmamos que la máxima debilidad, que es siempre un recién nacido por más que sea Dios, es la única capaz de vencer todo el mal, todo el dolor y todo el sufrimiento".

"En medio de tanta decepción, quizá una de las cosas más contraculturales que podemos ofrecer los creyentes a quienes nos rodean puede ser una esperanza, que se mantiene a veces contra toda desesperanza"

"Solo cuando esperamos podemos acoger lo que, en otras circunstancias, no alcanzaríamos a esperar"

"La presencia de Luisa junto a mí me hacía sentir un poco Rozalén, que también canta con una traductora a su lado que hace partícipes de sus canciones a quienes pueden sentirlas pero no escucharlas"

"Afirmar con sencillez nuestra existencia ante los demás, ante las circunstancias y ante la vida misma no es una actitud a evitar"

"No estamos exentos de errores y es fácil desviarnos de nuestra ruta, pero, en estos casos, lo más sabio siempre es escuchar las propuestas de otros que nos pueden sugerir nuevas sendas, inexploradas pero capaces de llevarnos a buen término".

"No tengo ningún reparo en confesarme como una 'friki' de la Biblia. Quizá no deberíamos preocuparnos de que exista gente 'friki', sino de que existan demasiadas personas incapaces de apasionarse por algo, aunque sean un cómic, una serie de películas o un deporte. Quizá lo que necesitamos sea más personas 'frikis', porque el mismo Jesús fue un 'friki' del Reino de Dios".

"Acallar en ciertos momentos las propias opiniones no siempre es un acto cobarde, sino que puede tratarse de una apuesta decidida por la concordia, una opción a favor de cuidar las relaciones personales frente a cualquier ideología".