"Más allá de las modas de los libros de autoayuda, no siempre caemos en la cuenta de que tener una estima adecuada es una condición necesaria e imprescindible para vivir esa regla de oro de 'amar al prójimo como a uno mismo' que Jesús presenta como segundo mandamiento principal"

"Quizá eso de 'vivir y ser feliz' de la canción de Simba y sus amigos no pasa tanto por obviar las dificultades como por plantarnos con valentía ante la vida y adquirir la talla que realmente tenemos".

"El gozo de sabernos y sentirnos queridos en lo más profundo y de manera gratuita e incondicional. La alegría de que Dios mismo tenga nuestros nombres tatuados en su corazón, no nos la podrá quitar nadie… ni siquiera el final de las vacaciones".

"Cargamos sobre nuestras espaldas muchas ocupaciones y preocupaciones, inquietudes y miedos o personas que nos importan con sus dolores. Pero, del mismo modo que resulta inevitable acarrear sobre nosotros la existencia y sus pesares, también necesitamos encontrar formas concretas de aligerar ese peso".

"Hay un dicho entre las iglesias evangélicas que dice: 'Iglesia reformada siempre en reforma'. No estaría mal que cada persona se pudiera atribuir esta actitud de permanecer siempre en búsqueda"

"Mientras rompía papeles acumulados me preguntaba qué y quiénes son realmente importantes para mí. Me planteaba cuáles son los criterios, valores, ideas, personas o principios que 'decoran' mi existencia real, transformándose en elementos esenciales a los que recurro de modo constante en lo cotidiano".

"Quizá lo más sabio resulta ser lo menos evidente, lo más discreto y lo más parecido a convertirse, como la Palabra, en 'uno de tantos'”.

"El modo en que nos imaginamos el momento en el que nos encontramos no es aséptico, puede replegarnos o desplegar nuestras alas. Igual es buen momento para preguntarnos ¿cómo nos imaginamos nuestra existencia, como una ratonera o como un pasillo sin retorno?"

"Heridas no sanadas o conflictos no expresados pueden convivir de modo aparentemente pacífico con nosotros, pero nos van chupando la existencia. Si no atajamos la plaga, cuando empecemos a darnos cuenta puede resultar demasiado tarde o, al menos, mucho más complicado de sanar".

"Como aprendices de la existencia a lo largo de estos meses, podemos conformarnos con una valoración global, valorando solo llegar 'sanos y salvos' al final del curso, o, mejor, reconocer nuestro aprendizaje vital durante este tiempo. En esto, sin duda, la nota es lo de menos".