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Ianire Angulo Ordorika

Ianire Angulo Ordorika, ESSE

Zaqueo, mi “patrono cuaresmal”

En cuestión de fiestas, como en todo, también lo afectivo juega un papel esencial. Las experiencias de la infancia, lo que se ha vivido en la familia o lo que es costumbre en el lugar donde nos hemos criado

Goya 2023

El Goya del Resucitado

Es bien sabido que me gusta el cine. Me encanta eso de poder sumergirme en historias muy distintas, en situaciones de todo tipo, de intuir en cada personaje rasgos de ese complejo y poliédrico misterio que

¡Eres un sol!

Esto de ser de Bilbao y vivir en Granada tiene su punto de contraste. No solo acumulo anécdotas como para poder reescribir el guión de ‘Ocho apellidos vascos’, sino que mi día a día se

Eufemismos eclesiales

Mis conocimientos de filosofía son bastante más limitados de lo que desearía. Siempre le echo la culpa a que mi mentalidad es más cercana a la hebrea, que no entiende de términos abstractos, pero

El brillo del poder

Es muy probable que no fuera la mejor época del año, pero el otro día un grupo de profesores de la Facultad disfrutamos de una visita a la Alhambra. El frío siberiano que pasamos no impidió que unos nos

Shakira

Shakira, Tamara Falcó y dos aprendizajes que clara-mente nos hacen crecer y no irnos a pique

Tengo un profundo desconocimiento de la prensa rosa. Me pierdo en cuanto empiezan a mencionar miembros de la aristocracia o a gente famosa que, se supone, resultan ser conocidos por todos menos para mí. De

Santos de alta velocidad

En estos días, en los que pasamos de la pausa navideña a recuperar el frenético ritmo de lo cotidiano, me he acordado de mis pocos conocimientos de mecánica. No acabo de entender cómo funciona un motor de

Y tú, ¿te tatuarías?

Quienes no tenemos ninguna parte de nuestro cuerpo tatuada somos la resistencia. Quizá sea más sencillo entre quienes leen estas páginas, pero lo habitual es que seamos una gran minoría quienes no hemos

Jesús, ¿vuelve a casa por Navidad?

“Quizá no sea Jesús quien “regresa” por Navidad, sino cada uno de nosotros que podemos volver a ese abrazo cálido que nos “resetea” por dentro, nos devuelve a lo esencial y nos recuerda quiénes somos”.

¿Nadie quiere la noche?

No hace falta tener una especial sabiduría para reconocer cómo los años transforman nuestras rutinas, van cambiando nuestros centros de interés y dejan mella en nosotros. Una de las pruebas más evidentes