"Mientras haya una familia que reciba en su seno al Señor Jesús, hay esperanza. No podemos dejarnos intimidar por las situaciones actuales, sino más bien, redoblar nuestros esfuerzos desde nuestras propias trincheras, para que la familia se mantenga en el camino correcto, sea fuente de confianza y cumpla cabalmente con su misión, pues 'cada familia, a pesar de su debilidad, puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo'”