"El Papa no dedica mucho tiempo a pensar en disputas doctrinales. De hecho, a menudo se ríe de los teólogos por obsesionarse por los matices. Los últimos 3 años han estado marcados por un debate doctrinal definitorio, y 2019 parece que va a ser igual. Lo fascinante es que, de alguna manera, todos se han centrado en la Eucaristía".