Vivir en un mundo pluricultural ofrece una ventaja de la que quizás no hemos tomado suficiente conciencia: se necesita profundizar en lo que estamos diciendo.
A medida que crece la superficialidad va surgiendo en la sociedad la urgencia de encontrar las raíces más profundas de los desencuentros.
Es urgente reflexionar a fondo sobre las causas de la resistencia a los cambios que propone el Papa y que no son nada más que la que nos propone el Evangelio. No hay manera de ser cristiano y a la vez buscar una vida cómoda y confortable.
“Pastores, laicos, religiosos, sacerdotes... todos los miembros de cada comunidad necesitamos ponernos de acuerdo en temas precisos, revisar nuestro lenguaje, fijar prioridades, fortalecer los vínculos, renovar la espiritualidad...”
“Los ídolos ya no son imágenes de piedra o barro, sino personajes a los que elevamos a ese extraño altar posmoderno en el que conviven estrellas de la música, el deporte, en ocasiones de la ciencia y, pocas veces, fugaces estrellas de la política”
¿Qué lugar ocupa en nuestras catequesis el tema de la corrupción? ¿Qué espacios hay en nuestras parroquias, colegios u otras instituciones para reflexionar con seriedad sobre esta cuestión?
“Tanto la prensa como el ciudadano común consideran al Papa en un sitio que lo hace inaccesible a los escándalos que lo rodean. Esta imagen del Santo Padre es aquella que se genera con una personalidad libre con una conducta coherente”
Francisco pasará por al lado, pero no visitará su país natal. Ante las cientos de voces que opinaron, el obispo Sergio Buenanueva pidió que “como católicos argentinos, tenemos que sostenerlo con nuestra oración, el aprecio por su persona y católicos argentinos, tenemos que sostenerlo con nuestra oración, el aprecio por su persona y el consuelo de ver todo lo que está haciendo en la Iglesia”.
Europa está viviendo una etapa marcada por atentados terroristas de una enorme crueldad. ¿Cuánto tiene que ver, aunque no queramos, la cuestión religiosa?
“Nos enseñaron que la Santísima Trinidad era un misterio. Algo incomprensible en lo que había que creer. Y, sutilmente, que cuando no se entiende hay que creer; cuando lo que nos enseñan no se somete a la razón, hay que callarse la boca y aceptar sumisamente”