03/03/2020 | José Beltrán
El cardenal arzobispo de Barcelona se ve a sí mismo “como un cura de pueblo”, pero su liderazgo de cercanía se pondrá a prueba una vez más ahora que le toca estar al frente de las negociaciones con el Gobierno, pero también para aterrizar las reformas de Francisco. Le ayudarán su impronta misionera, su buen humor y su capacidad para difuminar fronteras donde otros levantan muros o ponen muros