“Entonces dijeron que el arzobispo de Bolonia se había colado en la foto de la entrega de armas de ETA en Bayona. Era abril de 2017 y la incapacidad para ventear por dónde venían los cambios del papa Francisco estaba casi tan a la par a la falta de ganas de asimilarlos. Ahora desembarca en Madrid antes de ser creado cardenal el 5 de octubre”.

“Estaba cantando que la renuncia de Benedicto XVI acabaría siendo carne de película. Aún sin estrenar, no se sabe el final. ¿Acabará con el helicóptero sobrevolando San Pedro con un anciano Papa emérito en su interior? ¿Llegará a retratar el cada vez más evidente desencuentro con quien le sucedió? El verdadero final no está escrito, claro, pero lo que se escucha estos días desde Roma anuncia capítulos inquietantes en la historia de estos dos Papas”.  

“Lo del cambio de estatutos en el Instituto Juan Pablo II para la Familia es una excusita para montar un pollo y rebelarte porque la comunión con este Papa se te hace indigesta y con Wojtyla se tragaba todo mejor, desde su dimensión política hasta el encubrimiento de abusos”.