"Ni Osoro ni Omella ningunearon al cardenal Blázquez en la reunión que los purpurados mantuvieron, a petición de Rajoy, en La Moncloa. La comunión sigue presidiendo sus relaciones. Quienes siembran esta cizaña pretenden desacreditar a los hombres de Francisco en España. Y, de paso, a quien los nombró…"

"No veo épica estos días en Cataluña. Es la crónica de un desamor alimentado durante años, espoleado por una brutal recesión económica, aderezado con corrupción a manos llenas y amasado con la posverdad. Y con una Iglesia que, debiendo ser signo de contradicción, lo ha sido de contrariedad".

“Llevan la cuenta y les parece que cuatro años y medio es tiempo más que suficiente para la anunciada reforma. Han perdido la cuenta de las reuniones del grupo de cardenales que en el G-9 aconsejan al Papa y no acaban de ver resultados. ¿Esperan, quizás, que con toda solemnidad se marque la fecha en la que los cambios anunciados tomarán cuerpo como por ensalmo?”

"A Fernando Ónega, los hermanos de San Juan de Dios le encargaron ser el cronista de su I Congreso Mundial de Bioética. Lo que allí vio y escuchó le hizo "más cristiano y más humano". Pero certificó un problema en la Iglesia: el de la comunicación".

“A pocas semanas de un pulso histórico, la voz de Novell suena estridente en medio del silencio de sus hermanos obispos, incluso del de aquellos que, fuera de Cataluña, rezaban con el mismo ardor patriótico por la unidad”