El pasado mes de febrero, en el plazo de una semana, el Tribunal Constitucional desestimaba el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley del aborto de 2010 presentado por el PP y el Congreso aprobaba la reforma de la ley del aborto promovida por el Gobierno actual. Coincidiendo con la Jornada por la Vida (25 de marzo), es momento de reflexionar sobre un asunto que no es una cuestión religiosa, sino un problema humano al que cabe ofrecer una respuesta que conjugue sabiamente cabeza y corazón