"Por medio de todos los carismas de Vida Consagrada, en sus diferentes formas de vida y misión, el Espíritu lleva a los consagrados a “soñar juntos” y realizar el sueño de Dios-con-nosotros, que está del lado de todos los hombres y mujeres, especialmente de los pobres y de cuantos sufren por cualquier causa. Sueño que cura con palabras de consejo y consuelo, con creatividad, con un genuino cuidado fraternal".