“Este año de pandemia y de extrañas normalidades no hay desfiles y las carrozas se guardan en casa. Como tampoco ha habido procesiones patronales o custodias por las calles, porque el virus no distingue de causas o manifestaciones. Una visibilidad que deberá buscar la parte más interna como la fe cofrade se ha vivido esta Semana Santa lejos de la expresión más externa e, incluso, superficial”.