“Un informático me hace llegar una noticia cuyo titular nos deja a cuadros: 'Padres pagan a profesores de Fortnite para enseñar a jugar a sus hijos'. En Estados Unidos pagan hasta 20 dólares a lo hora a jugadores expertos. Los familiares argumentan esta inversión desde las presiones que sus hijos sufren en el colegio por quedarse atrás en la batalla virtual. Bajan las inscripciones al béisbol y suben las horas de teclado…”