“La cultura actual nos ofrece el escenario idóneo para que triunfen de nuevo relatos apocalípticos y milenaristas que conviven con una frialdad racional frustrada que ha dejado insatisfechas muchas ganas de creer y conocer. Lo relativo, el vivir al día, la incertidumbre, la crisis institucional, la fragmentación, la polarización… hacen posible que surjan y crezcan iniciativas no aparentemente tan inocentes como las del marido de Kim Kardashian”.