“El 15 de agosto, de hace 50 años, los periódicos anunciaban que a partir de ese día podrían comenzar a utilizarse ‘tres nuevos cánones en la misa’. Un anuncio que acababa con el monopolio, extendido durante 12 siglos, del conocido como ‘Canon Romano’. Más allá de los nostálgicos o de los amantes del latín litúrgico –o de ciertas traducciones con sabor a rancio– la liturgia romana encuentra en estas plegarias su preferencia por la sencillez libre de artificio”.