“No solo la política y las conspiraciones se acumulan en los 85 kilómetros de estantes del Archivo Secreto Vaticano. Las historias (en minúscula) de caridad, de vidas entregadas, de radicalidad evangélica… se alternan con crímenes y escándalos. Ahí precisamente cobra sentido también la frase de Francisco: “La Iglesia no tiene miedo de la historia; al contrario, la ama y le gustaría amarla más y mejor, ¡como Dios la ama!”.