“Hace cinco años Benedicto XVI anunciaba su renuncia. Hasta el momento, la corriente de pensamiento que venía de Polonia con aquello de que una Papa no se baja de la cruz o muere con la botas puestas hacía casi impensable un gesto como este. Algo estaba cambiando, Benedicto XVI había vuelto a sorprender”.

“Acompañar a los jóvenes exige salir de los propios esquemas preconfeccionados, encontrándolos allí donde están, adecuándose a sus tiempos y a sus ritmos”

“Francisco, aceptando la invitación Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de Kiev, ha visitado a la comunidad católica ucraniana para mostrar el interés y la preocupación por la difícil situación de esta minoría, que sigue mirando con desconfianza las pretensiones rusas –y por extensión de la Iglesia ortodoxa rusa–”.