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Miguel Ángel Gullón, misionero dominico en República Dominicana

¿Y tú vas a llorar?

El 27 de marzo llegaron varias personas uniformadas a la Comunidad de Villa Guerrero a cantar el mismo estribillo de siempre y amedrentar a las 63 familias que viven allí apaciblemente desde hace años.

“He aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva” (Is 65, 17)

De entre todas las crisis que vivimos, cabe destacar la llamada crisis de las utopías. (...) El neoliberalismo se ha impuesto como la única utopía posible y realista sobre todas las utopías de corte comunitario o social.

“De los que son como ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 19, 14)

En la noche se turnan para permanecer en vela por si viene la camiona de la migra y así salir corriendo a esconderse en la caña, pues, aunque los niños han nacido aquí, su mamá no tiene documentos

Navidad en la camiona

Se obedecen órdenes de un despacho preñado de odio indiferente a los gritos sordos de los niños que nunca entenderán cómo violentan sus casas en la noche, cazando descalzos y medio desnudos a sus papás
El Seibo, Dominicana

Contra la esclavitud que Central Romana promueve en El Seibo

Sigue el trabajo forzoso e infantil a la vez que pagan a los medios de comunicación para ensalzar sus obras sociales, que son financiadas solidariamente por organismos internacionales.
Miguel Ángel Gullón, misionero dominico en El Seibo, República Dominicana

El Seibo vuelve a celebrar el milagro de la solidaridad

Pronto salió con fuerza el arcoíris de la esperanza que hizo olvidar tanta destrucción. El huracán Fiona no podía tumbar tantos corazones y mentes solidarias que se unieron con el firme propósito de reconstruir lo que se había perdido.
Niño picando caña en Dominicana

¿Qué hay detrás del muro que busca separar a República Dominicana y Haití?

Cuando los policías expulsan a los braceros lo hacen sin pararse a pensar que realmente los haitianos nacidos en los bateyes tampoco son haitianos. Nunca han estado en Haití ni hay nada que los vincule a ese país, salvo sus ancestros. Aquel país tampoco les reconoce. Viven en el limbo.