04/05/2019 | Nuria Calduch
"Aunque parezca extraño, las páginas bíblicas están impregnadas de perfumes, bálsamos y aceites aromáticos, la mayoría de ellos exóticos y muy preciosos, que los poetas utilizan como metáforas para expresar lo inexpresable, para revelar el misterio, para acercarse a lo divino. A menudo los perfumes denotan, o quizás sería mejor decir sugieren, sentimientos sublimes como el amor o la gratitud".