22/01/2020 | Pedro Barrado
"Para la Escritura, los seres humanos somos de Dios, le pertenecemos. Con unas imágenes u otras –pueblo de Dios, ovejas de su rebaño–, la Biblia pregona la relación de 'pertenencia', o sea, de relación amorosa, entre Dios y los seres humanos. ¿Cómo no vamos a pertenecerle si somos sus hijos, la 'niña de sus ojos' (Dt 32,10)?"