09/10/2019 | Pedro Barrado
"Encontramos una mención clara sobre los tatuajes y otra posible. La clara está en Lv 19,28: 'No os hagáis incisiones [¿escarificaciones?] en vuestra carne por un difunto; ni os hagáis tatuajes. Yo soy el Señor'. La mención posible resulta más llamativa, ya que, en este caso, el tatuaje lo luce el propio Dios: 'Mira, te llevo tatuada [o grabada] en mis palmas, tus muros están siempre ante mí' (Is 49,16)".