"Deben de ser fundamentalmente los sacerdotes (los célibes), que ocupan puestos de liderazgo y responsabilidad en la Iglesia, los que, junto a las mujeres, propongan iniciativas que abran cauces que favorezcan la emancipación de las mujeres en el interior de las comunidades cristianas".
“Dios no quiere a sus hijos cansados y agobiados. Sino todo lo contrario, esperanzados, revolucionarios desde su interior, siendo testigos de la alegría del Evangelio allí donde estemos”
"No es una casualidad que el Sínodo esté centrado en los jóvenes, un gran porcentaje de ellos muestran descontento, apatía e, incluso, indiferencia. Pero más ante lo eclesial que ante lo espiritual"
"Cuenten con nosotros, escúchennos, téngannos en cuenta, porque nuestra voz es importante. No tengan miedo a lo novedoso. ¡Dejémonos de prejuicios! Estamos preparados y deseosos de poder trabajar conjuntamente para seguir construyendo un mundo más justo"
"Somos jóvenes, y no nos resignamos a ser generación ignorada y sobrante. ¡La juventud no podemos quedar al margen! Somos el presente, somos la alegría y la fuerza, somos la esperanza de otro mundo posible".