"Estar atento al sufrimiento, al despojo, al dolor, a las heridas, en definitiva a la cruz de cada uno y llegarse con la misericordia para reparar esas heridas"
"... en nuestras tareas apostólicas se nos pide liderar, dirigir, animar, acompañar. Incluso se habla de saber liderar la propia persona, saber gestionar las propias emociones".
"Es verdad que la realidad no es alentadora y nunca lo fue. También es verdad que el pesimismo se invita solo y hecha a perder la mejor de las propuestas".
"No sé cómo explicar que aquí se vive la sinodalidad. Desde lo que cada uno es y tiene sale al encuentro del otro y acepta caminar juntos hacia Dios...".