13/11/2024 | Trinidad Ried
Querer negar la cruz que hoy se nos presenta, devolverla, cambiarla, es “perder nuestra vida”, como dice el Señor, pues nos ahogamos en sufrimientos personales y colectivos. Aceptar, en cambio, nos dolerá menos y podremos ver las oportunidades, frutos y dones que podemos desarrollar.