Sobre el fenómeno de la escucha nuestros antepasados tuvieron algo muy claro que nosotros hemos ido perdiendo. La tradición hebrea le brinda a la escucha un significado más profundo que el mero acto de escuchar.
Entre las penetrantes oscuridades del campo, se tropezó con la experiencia de compartir amarguras con prisioneros que, pese a las espesas y duras condiciones de vida, no perdían la esperanza.
Al contemplar a Cristo abandonado en la cruz, Santa Faustina escribe y nos dice que el amor cuando es puro es capaz de grandes cosas y no lo destruyen ni las dificultades ni las contrariedades.
Nuestra Señora de la Misericordia de Absam parece formar parte integral en la historia de la familia Ratzinger. Virgen venerada desde 1797 cuando su rostro mostró su luz entre los cristales de la casa perteneciente a la joven Rosina Buecher.
María es un decir y un hacer que fomenta y auspicia de manera profunda la unión con Jesucristo. En su decir y hacer, el cristiano logra ver con claridad el camino más corto y expeditivo para llegar a Jesús (cf. Jn 14,6).
El cuerpo, todo cuerpo es un candelabro pleno de luces discretas que van creciendo y en su avance paulatino la madrugada se va apagando, va cantando su fuga sostenida en medio de la luz que se hace cada vez más intensa.
Eso está dentro del hombre, de cada hombre, y la educación es el camino para sacar esa luz que lo posee y poder expandirla para transformar al propio hombre y al mundo.
El maestro, para el ensayista francés, debe orientar su trabajo de enseñanza en mostrar el ordenamiento de las costumbres y sus sentidos, a enseñar a conocerse y a saber morir bien y a vivir bien.