La errada concepción científica y tecnológica impuesta por la racionalidad moderna alejó al hombre del resplandor de la trascendencia y de la aceptación de la realeza omnipotente de Dios revelado en el corazón de la creación
Alcemos nuestras cabezas, ya que, “si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha” (Sal. 34,7). Afligido como el paralítico del Evangelio que, al ser contemplado por el Señor, sus pecados le fueron perdonados.
El papa Francisco nos entregó hace algunos años atrás un documento desde el corazón de su ministerio que quiero rescatar. Un documento que se nos desnuda a partir de uno de los momentos más sublimes en la vida de Cristo y de los cristianos: el Sermón de la Montaña.
La presencia y acompañamiento de la Virgen María al pueblo latinoamericano se ha sentido siempre de manera muy, muy cercana, casi que podríamos decir que somos un pueblo esencialmente mariano.
El recuerdo y testimonio de San Francisco se transforma en tiempos como los que vivimos en un camino hacia el recuentro con lo que verdaderamente es el hombre.
El amor es la altísima palabra que revela la naturaleza de Dios. Dios es Amor nos dice San Juan en sus cartas, pero también nos lo afirma el pensamiento espiritual de todos los tiempos.
Escribió San Cipriano que si pensamos en juzgar y reinar con Cristo Jesús, necesariamente debemos regocijarnos y superar las pruebas de la hora presente en vista del gozo de los bienes futuros.
Raimon Panikkar es, junto a Ramón Llul, el pensador catalán más universal. Su obra, traducida a varios idiomas, ha sido objeto de múltiples investigaciones y tesis doctorales a nivel mundial.
Se trata de la primera obra de Karol Wojtyla caracterizada por ser un tratado de ética sexual cuyo norte no era ser, como pueden muchos suponer, un texto de la Iglesia en términos de lo que se permite y lo que no se permite, sino más bien una reflexión sobre la persona.
San Juan Pablo II señala que en El Cantar de los Cantares podemos hallar, entre la belleza que allí se desborda, la profunda riqueza del lenguaje del cuerpo de los esposos amantes.