La celebración de la V Jornada Mundial de los Pobres (14 de noviembre), en el marco del Sínodo de la sinodalidad en curso, nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre “cómo caminar juntos en Iglesia”, y de cuestionarnos el nivel de participación de los más pobres en nuestros espacios celebrativos, de debate y de toma de decisiones. El Sínodo se convierte, así, en un serio examen de conciencia para saber si somos capaces de escuchar y responder a los pobres