"Mientras pasan las 48 horas para que la prueba ofrezca resultados concluyentes, nos sentimos como adolescentes, comunicándonos con el móvil con alguien al que tenemos apenas unos metros más allá. Consolando a base de WhatsApp y transmitiendo tranquilidad a diestro y siniestro, evitando que brote cualquier chispa de impaciencia".