Una parroquia que en su pastoral no se identifique con la misericordia corre el riesgo de ser una parodia o un discurso sin acción ni reacción y que no llega al corazón de los destinatarios o feligreses.
El primer don y llamado es a la vida y a defender la vida. Hoy no puede haber ninguna excusa ni política, ni religiosa para no defender la vida como un don de Dios.
Muchas veces me he preguntado: ¿Para qué nacimos? ¿Para qué vivimos? ¿Para qué estamos en este mundo? Todas siguen siendo preguntas existenciales, fundamentales y a veces no tenemos una sola respuesta
Nosotros somos personas finitas, es interesante reconocer que la vida es un sueño, es una forma de realizarnos en la vida, es una manera de situarnos en la vida
Pienso que todos podemos lograr ser buenos seres humanos, basta quererlo y tener los puntos de apoyo y angelitos en el camino, descubrir talentos, cultivarlos y soltarnos.
Las palabras tienen poder, es una afirmación fuerte pero real, invertir en darle sentido y contextualizarlo en la cultura es una labor bella, saborear la palabra es un propósito, “la gran virtud de la palabra es, a la vez, su gran estigma.
Le preguntaron al Siervo de Dios Rafael García Herreros, sobre lo que lo apasionaba en la vida, respondió jocosa y libremente: “Solo me apasiona Cristo”
La regla benedictina es una de las más hermosas y profundas oraciones que tenemos desde la época muy antigua en nuestra tradición de la Iglesia. Es una manera de manejar u ordenar bien los tiempos según el plan de Dios.