Nada está quieto, inmóvil, puede ser que pensáramos que la vida no tiene sentido o que estamos dando puños al viento, a razón de nada. Pero hoy Jesús nos invita a tener una profunda experiencia con el resucitado.
En la experiencia cristiana, todo se renueva a partir del Espíritu Santo, el gran protagonista de la evangelización en la Iglesia: porque es el motor y el gran animador de la vida espiritual en la Iglesia
Hoy en día el papa Francisco en su compromiso con la casa común nos invita a ser solidarios y no indiferentes frente a las realidades sociales, políticas y aún religiosas
Una parroquia que en su pastoral no se identifique con la misericordia corre el riesgo de ser una parodia o un discurso sin acción ni reacción y que no llega al corazón de los destinatarios o feligreses.
El primer don y llamado es a la vida y a defender la vida. Hoy no puede haber ninguna excusa ni política, ni religiosa para no defender la vida como un don de Dios.
Muchas veces me he preguntado: ¿Para qué nacimos? ¿Para qué vivimos? ¿Para qué estamos en este mundo? Todas siguen siendo preguntas existenciales, fundamentales y a veces no tenemos una sola respuesta
Nosotros somos personas finitas, es interesante reconocer que la vida es un sueño, es una forma de realizarnos en la vida, es una manera de situarnos en la vida
Pienso que todos podemos lograr ser buenos seres humanos, basta quererlo y tener los puntos de apoyo y angelitos en el camino, descubrir talentos, cultivarlos y soltarnos.